Hace algunos años era posible vivir del basket, ser un profesional. Bueno, hoy también, si eres unos de los “elegidos”, un crack, un fuera de serie… La crisis que llegó también al deporte de la canasta fue extendiéndose poco a poco a todas las categorías.
Clubes históricos decían adiós, otros bajaban escalones para competir en ligas más locales y con presupuestos asumibles. El/la jugador/a de basket que antes podía vivir del basket incluso en liga EBA o en Liga Femenina, hoy no debe descuidar su formación académica para lo que venga después del basket.
Es importante entonces la figura de los padres o tutores. En ocasiones la fantasía o la ilusión que impregna a un chaval/a por llegar a lo más alto, nos hace descuidar lo esencial, tener una formación adecuada para lo que venga después o antes, si ocurriera alguna desgracia en forma de lesión, por ejemplo.
Es cierto que habrá momentos, sobre todo a medida que nuestro hijo/a crece en los que compaginar se hará difícil. El camino hacia el deporte de élite es realmente complicado. Además no hay una cultura en nuestro sistema educativo que favorezca compaginar ambas cosas: deporte y formación.
Ello nos tendría que llevar a ser más imaginativos para promover entre nuestros jóvenes una cultura de esfuerzo en los resultados académicos que sin duda acabará redundando como algo positivo también en el deporte.
Apunto una idea quizá hasta disparatada, pero ¿por qué no exigir ciertas notas para poder acceder a ciertos beneficios extra en nuestros equipos/clubes? Que sea necesario aprobar, estar al día, para poder jugar los partidos con el equipo de arriba, para acceder a una tecnificación… O lo contrario, si alguien pasa de los estudios… cambiar horas de entrenamiento por esas horas de estudio.
Al final se trataría de una acción combinada entre formadores académicos y deportivos, con la aprobación de los padres. Quizá el deporte nos pueda ayudar a tener jóvenes aún mejor formados y viceversa, ya que ese sentido de la responsabilidad, de sacrificio, se verá reflejado en el basket, valores muy importantes, que sumados a las cualidades técnicas nos hagan disfrutar de nuevos talentos.
