Autor: Alex Torres
@alex_towers
Hola a tod@s!
Vuelvo con algunas novedades más sobre la temporada de basket tras el parón de pascua y alguna que otra curiosidad de la ciudad de Napolì.
Finalmente y como esperábamos el equipo entró en play-off, por primera vez desde su fundación, aunque con una difícil tarea ya que los emparejamientos nos colocaban a jugar con los cabezas de serie. Aunque ganamos la última jornada de liga en Ischia, los resultados que se dieron en la jornada de descanso anterior no nos favorecieron y terminamos en 7ª posición.
Aquí los play-off se juegan como en el formato de las competiciones Adecco o la propia ACB, al mejor de 3 partidos en primera ronda y al mejor de 5 en semifinales y final. En el formato 1-1-1 afrontamos el primer choque fuera contra Folgore Nocera, que es el equipo que terminó en 2ª posición. Tenían la baja de su pivot titular y contra pronóstico les tuvimos contra las cuerdas durante los tres primeros cuartos donde parecía que podríamos llevarnos la victoria a domicilio. Mirando el partido en perspectiva es cierto que tuvimos un 55% de acierto en el tiro exterior que nos impulso mucho durante la primera mitad. Finalmente una zona y varios fallos y nerviosismo en los últimos ataques decidió la balanza del lado de Nocera. Un duro golpe, pero la serie volvía a Nápoles donde esperábamos poder empatar la serie.
En el segundo asalto por lo contrario sufrimos una zona de 40 minutos. El desacierto y el ansia por llevarnos la victoria hizo que cuajáramos un partido para olvidar. Nos olvidamos de lo que nos había llevado hasta allí y emergieron demasiadas acciones individuales que no hacían más que empeorar la situación. Caímos por 19 puntos abajo en un final de temporada que nadie quería. Pero lo cierto es que no debemos quedarnos con las sensaciones de este último partido, sino con todo lo anterior. Una temporada bonita donde el equipo ha ido creciendo paso a paso dentro de las limitaciones que teníamos.
La temporada de basket ha terminado pero eso no significa que esta ciudad no de para mucho más. Por un lado sigo bajando a jugar a “basket sulla strada” en el paseo marítimo de Pozzouli con algunos compañeros y por otro lado, a falta de gabarras en Bilbo al menos me di el gusto de ver al Napolì alzar la Copa de Italia y ver como una ciudad como esta, devota de su equipo, se echaba a la calle para celebrar el título. Unas 30.000 personas abarrotaron las calles del centro para recibir a las 5:30 de la madrugada al equipo que venía del estadio olímpico de Roma. Fue muy divertido.
Ahora encaro mi último mes en la ciudad. Es hora de volver a mi Botxo. Antes de eso debo terminar mi proyecto de final de carrera y recibir a algunos ex-compañeros de baloncesto de Bizkaia que vienen de visita. Me espera un mes lleno de emociones agridulces… Pero esto os lo contaré en mi último post de despedida de este año compartiendo algunas de las experiencias de jugar a basket en otro país.
Gracias de nuevo a la FVB y a la gente que va siguiendo estás pequeñas entregas.
Alex Torres.
