¿Tiene que acabar el baloncesto de base a los 18 años?

Koldo Tellitu

Durante este Agosto leí dos noticias relativas a nuestro deporte, que si bien en una lectura rápida no parecían tener relación entre si, lo cierto es que no dejaban de estar conectadas y considero que ponen sobre la mesa un debate, no sólo relativo a lo que consideramos baloncesto de base, sino a la propia práctica del deporte organizado y colectivo, como un activo nuestra sociedad.

La primera de ambas, nos toca muy de cerca y era motivo de especial alegría para la Federación Bizkaina de Baloncesto y entiendo que, para todos los que de alguna manera conformamos el basket de nuestro territorio, y es que esta temporada contaremos con 30 equipos más. A mi dentro de esta cifra global, me llamó la atención una en concreto, la de los equipos junior masculino, 38, sólo 3 menos que la cifra relativa a cadete. Y por qué me llamo especialmente la atención? Todos los que somos y hemos sido padres/madres en estas edades, sabemos que son difíciles en la formación de las personas, edades en las que los estímulos externos son cada vez mayores y más atractivos, edades en las que la presión por el rendimiento académico crece, edades en las que cuesta seguir jugando, sólo por hacer deporte, por eso esta cifra de equipos en concreto, me parecía una excepcional noticia. Ya se que más de uno, opinara que el nivel de muchos de esos equipos es bastante, digamos flojo, pero en esta sociedad en que nuestros jóvenes cada vez con mayor facilidad adquieren hábitos sedentarios, bienvenidos sean todos aquellos que quieran realizar nuestro deporte de manera organizada, y que además serán en el futuro proscriptores positivos del mismo

En términos demográficos supone que el 5% de los varones nacidos en los años 1995 y 1996 en Bizkaia, en cifras redondas vienen a ser unos 8.000 y 400, mas o menos, los jugadores federados en junior, practican el baloncesto de forma organizada, lo cual tras una temporada en la que a los factores antes citados, tenemos que unir la excepcional temporada del Athletic, o el hecho de que estos jóvenes no conocieron la ACB en Bizkaia hasta que tuvieron 10 años, no hace sino reiterar lo excepcional de la noticia.

La segunda noticia, o más bien un articulo de opinión, venia suscrito por Pepe Laso, quien bajo el titulo “reflexiones sobre el futuro” realizaba un análisis del estado del baloncesto en España tras las Olimpiadas. Entre otras cuestiones se detenía en lo que considera un absurdo planteamiento de las edades en categorías inferiores, y consideraba incomprensible que un imberbe nacido en diciembre del 94, sea ya senior para los legisladores de la FEB. Vaya por delante que comparto esa opinión y si bien la reflexión de Pepe Laso estaba más centrada en la necesidad de elevar la edad junior en 2 años, para que futuras estrellas de crecimiento tardío no se queden en el camino, la mía esta más dirigida al aspecto sociológico.

Ahora que por las cifras antes reseñadas, parece que estamos consiguiendo que cada vez sigan mas jóvenes practicando nuestro deporte de forma organizada y obviamente en equipo, considero que este esfuerzo debería prolongarse por dos años más, que no podemos dejar que concluya el baloncesto de base a los 18 años, que es un error creer que la base termina cuando un jugador cumple los 18 años. Y todos sabemos que si en la transición de cadete a junior, pese a realizarse en casi todos los jugadores en sus equipos de toda la vida, “caen” jugadores, la siguiente, el paso a senior, provoca ya no caídas, sino abandonos masivos y esto es malo para nuestro deporte y en mi opinión negativo para la salud deportiva de nuestra sociedad. A mi no me preocupa tanto que con esta propuesta de elevar la edad para la categoría junior, puedan aparecer futuras estrellas de crecimiento tardío, a mi lo que me ilusiona de la misma, es que muchos jóvenes puedan alargar su relación con el baloncesto y disfrutarlo y vivirlo con su equipo, sus compañeros durante dos años más, por lo menos. Y además considero que el facilitarles que sigan en esas condiciones, su equipo de siempre, sus amigos, hasta los 20 años, una edad en que la madurez es sustancialmente superior a la que se tiene a los 18, a los 20, están o en el ecuador de sus estudios universitarios o terminando algún ciclo o ya en el mundo del trabajo (o desafortunadamente en el desempleo), facilitara que sigan practicándolo de forma organizada. Hoy en día, el final del baloncesto de base, coincide con el final de sus estudios no universitarios, en el momento en el que toman numerosas decisiones trascendentes para su futuro y claro en ese contexto el seguir jugando a baloncesto queda aparcado y poco o nada se preocupan por seguir, máxime cuando se tienen que “buscar” equipo, situación en la que nunca antes se habían visto. Ayudémosles, atrasemos dos años ese “buscar” equipo senior a muchos jugadores y quizás, ya con 20 años puedan afrontarlo de otra manera y tengamos más personas jugando al baloncesto.

Yo todavía no alcanzo a comprender que “razón” provocó el acortamiento de las categorías, a mi curiosamente me tocó el alargamiento previo y así fui junior durante 3 años, hasta los 20, hasta 2º de carrera en términos universitarios. Recuerdo que en el que iba a ser mi segundo y último año junior, perdimos contra pronóstico la liga junior gipuzkoana ante el Juven y cuando todavía estábamos encajando la derrota, nos enteramos de que nos daban una nueva oportunidad y claro al año siguiente arrasamos y disputamos el sector (que palabra más fea para definir nuestro campeonato) con derrotas claras frente a Baskonia y Caja Bilbao y victoria ajustada contra Jarrilleros para evitar el farolillo rojo. Recuerdo que cuando me entere del acortamiento, pese a que a mí ya no me afectaba, me entristeció, me parecía que era acortar la vida deportiva de mucha gente. Ojala volvamos a aquel escenario.

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