Autora: Oihane Ciruelos @Olicoach
Siendo niña, me gustaba mirar el juego, observarlo y tratar de entenderlo. Tal vez le daba demasiadas vueltas a todo, y creo que por ello, y casi sin darme cuenta, mi cabeza comenzaba a funcionar similar a la de una entrenadora. Acabé el último año junior y me hice cargo de un equipo Mini, en mi cole de toda la vida y donde di mis primeros pasos en el mundo de la canasta. Y así comencé la aventura en los banquillos.
Con 21 años me rompí el cruzado, y suponía que más de la mitad de la temporada se esfumaba. Pero no sería el final; semanas más tarde, y de casualidad, me convertí en la entrenadora del equipo cadete de aquel club donde entonces jugaba. Creo que fue un punto de inflexión. Completé todos los cursos de entrenador, poniendo la guinda en el 2011 con esos 15 días de locura máxima en el CES, y a partir de ahí me di cuenta de que no sabía nada.